Biografía
El 15 de febrero de 2019, se llevaron a cabo registros masivos en los hogares de los creyentes en Surgut. A esto le siguieron palizas y torturas de al menos 7 creyentes. Entre otros, Savely Gargalyk denunció torturas. ¿Qué se sabe de él?
Savely nació en 1960 en la aldea de Avdarma, en la República Socialista Soviética de Moldavia. Tiene un hermano mayor y una hermana menor. De niño, se dedicó a la lucha libre y al atletismo. Trabajó como operador de máquinas, técnico ganadero, carpintero. Ahora jubilado, tiene una discapacidad. En su tiempo libre, cuida las flores del jardín.
En 1986, Savely se mudó de Moldavia a Surgut y ese mismo año se casó con Olga, técnica de rayos X de profesión. A la pareja le encanta ir juntos al bosque a recoger setas. Tienen dos hijas, la menor todavía está en la escuela.
Los parientes de Savely son muy conscientes de las palabras de Cristo de que si lo persiguieron a él, perseguirán a sus discípulos, por lo que apoyan y alientan a Savely lo mejor que pueden.
Historia del caso
En febrero de 2019, el Comité de Investigación abrió una causa penal contra 18 hombres y 1 mujer de Surgut (entre ellos un hombre confundido con un testigo de Jehová). Sus casas fueron registradas. Durante los interrogatorios, 7 creyentes fueron objeto de violencia. Artur Severinchik fue enviado a un centro de detención preventiva durante 29 días, y Yevgeny Fedin y Sergey Loginov, durante 56. Timofey Zhukov fue internado ilegalmente en un hospital psiquiátrico durante 14 días. Los creyentes se quejaron del uso de la tortura ante el Comité de Investigación, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y el Comisionado para los Derechos Humanos, se celebró una conferencia de prensa con la participación de defensores de los derechos humanos, pero ninguno de los miembros de las fuerzas de seguridad fue llevado ante la justicia. En octubre de 2021, los materiales del caso se presentaron al tribunal. El fiscal pidió prisión para los acusados por un período de 3 años y 3 meses a 8,5 años de prisión, y para Loginov, 9,5 años, que fue la solicitud más severa de castigo por creer en Jehová Dios en la Rusia moderna.
