Biografía
El 20 de marzo de 2019 se reanudaron en Magadán los registros e interrogatorios de ciudadanos en relación con sus creencias cristianas. Los esposos Mikhail y Oksana Solntsev se convirtieron en nuevos acusados en un caso penal contra los creyentes de Magadán, que para entonces ya habían cumplido 13 años. La investigación cree que participaron en servicios religiosos. ¿Qué sabemos de Michael?
Mikhail nació en Novosibirsk en 1962, y un año después se mudó a Magadán con sus padres. Desde pequeño fue aficionado a los deportes (hockey, fútbol, natación, esquí). La familia a menudo pasaba los fines de semana en la naturaleza: iban de excursión, esquiaban en invierno, pescaban todo el año.
En 1982, Mikhail se graduó de la Escuela Técnica de Vuelo de Aviación Civil de Riga y trabajó como controlador de tráfico aéreo en el aeropuerto de Magadán. En 2008, se graduó de la Universidad Estatal de Aviación Civil de San Petersburgo con un título en control de tráfico aéreo. Desde entonces, ha estado trabajando como despachador-instructor a tiempo completo, capacitando a jóvenes profesionales. Sigue siendo aficionado a la pesca y le gusta salir a la naturaleza, pero con su familia.
Él y su esposa Oksana han estado juntos por más de 30 años. Oksana fue la primera de la familia en mostrar interés en la Biblia, y se hizo notorio. "Durante mucho tiempo no entendí esta pasión", admite Mikhail. "Pero el comportamiento de mi esposa, que estaba cambiando para mejor, y la comunicación con mis compañeros de creencia también despertaron interés en mí. También decidí estudiar las Sagradas Escrituras. Me acercó más a Dios". La pareja crió a una hija que vive con su familia en San Petersburgo. Ahora Mikhail y Oksana están criando a un hijo de 8 años.
El enjuiciamiento penal de Mikhail y Oksana fue un gran golpe para toda la familia, arruinó varios planes. Oksana quería mudarse a Taganrog para cuidar de sus padres enfermos, pero el reconocimiento de no salir para ambos cónyuges no se lo permitió. Mijaíl esperaba finalizarlo a finales de año para poder tomarse un merecido descanso, pero, como se le reconocía que no debía marcharse, no pudo ir a Jabárovsk para obtener una declaración jurada. No puede seguir trabajando y mantener a su familia. Una familia respetuosa de la ley no tiene la oportunidad de llevar una vida normal.