Biografía
Sergey Lyulin fue detenido por las fuerzas de seguridad en agosto de 2021. Lo metieron en un minibús y lo esposaron a los pasamanos del techo del habitáculo. Le pegaron las piernas al asiento; fue un viaje de 16 horas hasta el centro de detención preventiva de Simferópol. Fue sometido a ese trato inhumano debido a sus pacíficas creencias religiosas.
Sergey nació en septiembre de 1984 en la ciudad de Yalta, Crimea, donde aún vive. Sus padres están jubilados y su hermano mayor falleció en 2013.
Sergey ha estado interesado en la Biblia desde la infancia. Dice: "De mi estudio de las Santas Escrituras, aprendí que solo el Creador tiene el derecho de establecer las normas del bien y del mal. Si te adhieres a ellos, solo experimentarás felicidad y alegría. Esto me motivó a aprender más sobre el Creador y a desarrollar una relación cercana con él. El conocimiento de la Biblia me ha ayudado a evitar muchos errores, a encontrar satisfacción en la vida y a fortalecer las relaciones familiares". Sergey y su padre siguieron el ejemplo de su madre y su hermano mayor y se bautizaron como testigos de Jehová.
Durante algún tiempo trabajó como carpintero. En 2010 se casó con Darya, a quien conoce desde la infancia. En los últimos años, la pareja trabajó junta como jardineros. Daria es florista de profesión. Le encanta hornear, dibujar y practicar deportes activos. Darya ha amado a Dios desde su infancia. Le conmovió especialmente la enseñanza bíblica de que Dios acepta a personas de cualquier nación, independientemente de su estatus social, riqueza y apariencia.
Desde niño, a Sergey le encantan los deportes activos: fútbol, bádminton y voleibol. Él y su esposa van a acampar en el bosque y las montañas y pasan tiempo con amigos. Además, a Sergey le encanta ir a la sauna.
El enjuiciamiento penal ha cambiado drásticamente la vida de este matrimonio. El estrés, las preocupaciones y el trato injusto han afectado la salud de toda la familia. Cuando Sergey fue puesto en un centro de detención preventiva durante 203 días, Darya tuvo que adaptarse a estas nuevas circunstancias y cumplir sola con los deberes que antes había asumido su marido. Los padres de Sergey, que son ancianos, también se han visto privados de la oportunidad de recibir su apoyo.
Sus familiares no entienden por qué este hombre pacífico y amable fue enviado a la cárcel por más de seis años.