Biografía
Natalya Kocheva nació en diciembre de 1961 en el pueblo de Boguchan, región del Amur. Su madre la crió sola a ella y a su hermana pequeña.
Natalya pasó su infancia en Birobidzhan, donde su madre trabajaba en una fábrica de confección. La niña era una niña activa y creativa: cantaba en el coro del colegio, le gustaba tejer y coser, le encantaba esquiar y tenía la costumbre de empezar el día con ejercicios.
Cuando Natalya tenía unos 15 años, la familia se mudó a Blagoveshchensk. Después del colegio, la chica consiguió trabajo en el telégrafo central. "Le di todo el dinero que gané a mi madre, y juntos compramos comida y ropa para la familia", recuerda.
En 1981, Natalya se casó y se estableció en el pueblo de Khingansk (Región Autónoma Judía). Tuvo un hijo y una hija. Trabajó como operadora de telégrafo, luego como repartidora en un periódico local y más tarde como conserje en una fábrica. Antes de iniciar la acusación penal, Natalya trabajaba como conserje en un colegio politécnico, donde era considerada una empleada receptiva y fiable.
Tras la muerte de su marido, Natalya buscaba respuestas a preguntas importantes para ella, visitó diferentes iglesias. Un amigo la invitaba a reuniones para la adoración de los Testigos de Jehová. "Allí recibí respuestas basadas en la Biblia y me convencí cada vez más de que esto era exactamente lo que buscaba: fe real", dijo Natalya. "Poco a poco, me liberé del lenguaje soez y de un carácter irascible, me volví más sabia y tranquila." En 2009, fue bautizada como una de las Testigos de Jehová. Natalya dice: "A través de la verdad, he encontrado un verdadero Padre, esperanza para la vida eterna y muchos amigos. ¿Y qué más necesita una persona para ser feliz?
Kocheva se mudó a Birobidzhán en 2013 con su segundo marido. A la pareja le encanta pasar tiempo en la naturaleza, especialmente pescando. Natalya es abuela de cinco nietos. "Me conocen como la cabecilla de las reuniones en la naturaleza junto al fuego", compartió Natalya. "Me gusta hacer fotos con ellos y divertirme, recoger setas." Los nietos valoran a su abuela por su ayuda y apoyo en cualquier situación de la vida.
Debido a la acusación penal, el creyente tenía problemas cardíacos. "Desgraciadamente, mi madre y mi hermana ya no están vivas", dijo Natalya. "Mi marido, hijos y nietos, que no comparten mis creencias, no entienden cómo se me puede acusar de extremismo."
