Biografía
Vladimir Deshko fue encarcelado por su fe en marzo de 2021. Un mes después, su hijo, Yevgeniy, fue sentenciado a 6 años de prisión suspendida por hablar de la Biblia. Antes de eso, también pasó varios meses tras las rejas.
Vladímir nació en enero de 1967 en el pueblo de Girey, en el territorio de Krasnodar. Más tarde, la familia se mudó a Sochi. Desde niño, Vladimir era aficionado a reparar equipos y también se dedicaba al boxeo. Se graduó de la escuela con honores e ingresó a la Escuela Superior de Ingeniería Militar, pero abandonó sus estudios, ya que se dio cuenta de que no estaba preparado para ser militar.
Con el tiempo, Vladimir recibió una licencia de conducir de todas las categorías y trabajó como conductor, y más tarde como electricista en una empresa que instalaba sistemas de alarma y videovigilancia. Tras la detención de su hijo en abril de 2019, viajó a menudo a Smolensk, a cientos de kilómetros de distancia. Por lo tanto, el creyente tenía que renunciar a su trabajo permanente y trabajar por contrato.
Vladímir sirvió en el ejército en Múrmansk, donde conoció a su futura esposa, Yelena. Se casaron en 1988. La familia tuvo dos hijos, un varón y una hija. A la pareja le encanta viajar. Por regla general, pasan sus vacaciones en la región de Voronezh, donde vive la madre de Yelena. En su tiempo libre, el cabeza de familia sigue reparando electrodomésticos. El turismo es su hobby. A Vladimir le encanta recoger setas, caminar por el bosque y por las montañas, tomar fotos de la hermosa naturaleza.
Vladímir es una persona curiosa. Buscó respuestas a sus preguntas en varias fuentes, y las encontró en la Biblia. A principios de la década de 1990, Vladimir se embarcó en el camino cristiano. Unos años más tarde, su esposa se unió a él, y más tarde su hijo.
El proceso penal contra Vladímir fue otro golpe para sus seres queridos, que ya están preocupados por la persecución de Yevgeny. La madre y la hija de Vladimir, que no comparten sus convicciones, están indignadas por lo que está sucediendo. Su esposa Elena comparte su apoyo con ella: "Entendemos que las profecías bíblicas se están cumpliendo, y ha llegado el momento de glorificar el nombre de Dios en tales circunstancias".