Un pensionista de Mednogorskiy recibió la suspensión del mandato. Antes, su hija, también testigo de Jehová, fue condenada

"No soy culpable de cometer un acto socialmente peligroso, sino de seguir siendo creyente", dijo Mariya Ogoreva, de 64 años. El 29 de diciembre de 2025, el juez del Tribunal de Distrito de Karachay de la República de Karachaya-Cherkess, Melek Bayramkulova, la condenó a 2 años de prisión condicional.

Mariya es viuda. Ella y su marido estuvieron casados durante 38 años y criaron a tres hijos. Durante muchos años trabajó como niñera en un jardín de infancia. En 2023-2024, con una diferencia de seis meses, se iniciaron casos penales contra Mariya y su hija Svetlana, basados en sospechas de participación en las actividades de una organización extremista. Antes de eso, se realizaron varios registros en su casa—primero como testigos en el caso Pasynkov y luego como sospechosos. Durante una de ellas, Mariya necesitó la ayuda de médicos.

Las vistas del caso de la creyente se celebraron a 80 kilómetros de su casa, ya que dos jueces del tribunal de distrito local se recusaron. Los amigos apoyaban a Mariya: acudían a las reuniones, ayudaban en casa y la llamaban para animarla. María señaló: "En esta prueba, no estamos solas; estamos rodeados de amor."

El 1 de octubre de 2025, el tribunal condenó a Svetlana a 3 años de pena con derecho a suspensión. La base para la persecución penal de los Ogorev era sus creencias religiosas y su participación en reuniones pacíficas de culto. En el tribunal, Mariya enfatizó que en su caso no hay "ni una sola declaración de naturaleza extremista, ni un solo llamado al odio y la enemistad, ni una sola cita de la literatura que se reconociera como extremista."

Los Ogorev y los Pasynkov son procesados según un esquema similar: primero, un miembro de la familia se convierte en sospechoso y luego sus parientes.