Izquierda: Igor Kletkin, Nikolay Kononenko y Nadezhda Korobochko fuera del juzgado, el 13 de junio de 2024. Derecha: Vladislav Markov.
En Nikolaevsk-on-Amur, una mujer de 81 años y sus compañeros de creencia fueron condenados a penas suspendidas por hablar de la Biblia
Territorio de JabárovskEl 30 de julio de 2024, el Tribunal de la ciudad de Nykolaevsk-on-Amur declaró culpables de extremismo a Igor Kletkin, Nikolay Kononenko, Vladislav Markov y Nadezhda Korobochko por leer juntos la Biblia. El juez Roman Zhukov condenó a los creyentes a sentencias suspendidas. La decisión no ha entrado en vigor.
Igor Kletkin y Nikolay Kononenko recibieron 6 años de prisión suspendida con un período de prueba de 4 años, Nadezhda Korobochko, 5 años y 3 años de libertad condicional. El tribunal separó el caso de Vladislav Markov en un procedimiento separado.
"La acusación en mi contra se basa en una interpretación y aplicación erróneas de la decisión del Tribunal Supremo de la Federación Rusa del 20 de abril de 2017 y en conclusiones erróneas de los exámenes periciales", dijo Nikolay Kononenko en una de las audiencias judiciales.
El caso de Nadezhda Korobochko, de 81 años, se basa en una grabación de audio de una sola reunión de culto, en la que habló brevemente sobre temas espirituales. El anciano creyente señaló: "A la fiscalía solo le interesaba el aspecto formal, el hecho mismo de que los creyentes se reunieran para discutir doctrinas. Sin embargo, ni el investigador ni el fiscal intentaron siquiera llegar al fondo de lo que trataban estas reuniones. De lo contrario, podrían haberse asegurado de que no había cometido ningún acto ilegal".
Contó lo que tuvo que pasar durante el proceso penal: "La búsqueda fue la más difícil para mí, porque en ese momento estaba enferma, tenía la presión arterial alta, una crisis hipertensiva". El reconocimiento de no salir también creó dificultades adicionales para Nadezhda, ya que no pudo ir al hospital regional de Jabárovsk para instalar un marcapasos.
Cuatro creyentes señalaron que sus familiares, amigos y compañeros de creencia les ayudan a mantener una actitud positiva enviándoles tarjetas y mensajes con palabras de amor. A pesar del veredicto, los creyentes no se desaniman. "Me siento muy fortalecido por el ejemplo de nuestros hermanos y hermanas. Todo el mundo tiene un impacto positivo en mí", dijo Igor Kletkin.