¿Qué pasó en Abakan? Detalles sobre la sentencia que envió a prisión a una mujer de 70 años y a su hijo por creer en Jehová

El 24 de febrero de 2021, el Tribunal de la ciudad de Abakan condenó a Valentina Baranovskaya, de 70 años, y a su hijo, Roman. Ambos son testigos de Jehová. Tras el veredicto, fueron inmediatamente detenidos en la sala del tribunal. Lamentablemente, tres meses después, el tribunal de apelación confirmó el veredicto injusto. Fueron condenados cruel e inhumanamente a dos y seis años de prisión, respectivamente.

Yegiazar Chernikov, abogado, dijo: "No hay forma de que se pueda decir que cometieron ningún delito. Solo estaban practicando su religión".

Los amigos de la familia dicen que lo que sucedió está más allá de su comprensión: "¿Por qué encarcelaron a una mujer tan anciana y enferma, y durante tanto tiempo?" Una amiga de Valentina: "Cuando se anunció el fallo, alguien lloraba en silencio porque era imposible aceptar esto sin lágrimas". Un amigo de Roman: "Está fuera del ámbito de la razón humana que puedan ser 'extremistas'".

Su sentencia es la primera en la Rusia moderna en la que un tribunal ha condenado y encarcelado a una Testigo por su fe, y además una mujer de 70 años. También es la primera Testigo encarcelada por participar en una organización prohibida y no por organizarla. Antes de esto, los testigos de Jehová acusados de violar este artículo recibían una multa o una sentencia de prisión suspendida.

Sobre las razones y requisitos previos para el absurdo veredicto, dice el abogado Yegiazar Chernikov: "Los principales motivos para procesar a Valentina y a su hijo son, una vez más, la decisión [de la Corte Suprema], que yo llamaría atroz, que se dictó el 20 de abril de 2017. En la página 32 de la decisión, la Corte Suprema señaló específicamente que el fallo no interfirió ni violó los derechos de los ciudadanos a reunirse o practicar su culto libremente. Sin embargo, los tribunales de la Federación Rusa que están utilizando esta decisión están ignorando totalmente el lenguaje de esa sección". Hay un detalle curioso en el caso. "Los cargos se basaron en el testimonio de una mujer, quien, fingiendo querer estudiar la Biblia, grabó todo en cámara; todas sus discusiones, y se lo entregó al FSB", dice la amiga de Valentina, que siguió el juicio.

La causa penal contra Valentina y Román se inició en abril de 2019. Posteriormente, su casa fue registrada. Luego, en julio de 2020, debido a estar bajo estrés constante, Valentina sufrió un derrame cerebral. Yegiazar Chernikov, abogado, dijo: "Fue hospitalizada y luego descubrieron que también tenía problemas cardíacos. Pero a pesar de esas circunstancias, el tribunal decidió que debía ser encarcelada, aislada de la sociedad". Una amiga de Valentina dijo: "A veces tenían que llamar a una ambulancia cinco o seis veces por semana porque su presión arterial se disparaba y tenía problemas con el corazón".

A pesar de los problemas de salud de Valentina y su avanzada edad, las autoridades penitenciarias la obligaron a lavar el piso de su celda. Según sus amigos, Valentina y Román se las arreglan para mantenerse positivos a pesar de estar encarcelados y separados. En las cartas, Valentina relata que espera ansiosamente el momento en que sean liberados y se reúnan. Un amigo de Román dijo: "Román está muy preocupado por su madre. Sé que por ahora, mientras siguen en el centro de detención preventiva, se les permite escribirse entre ellos".

¿Cómo afrontaron los Baranovski las penurias que les sobrevinieron? Un amigo de Valentina: "Los Baranovskiy manejaron esta persecución de una manera digna de elogio. Nunca entraron en pánico. Mantuvieron la calma y lo vieron como algo que se podía esperar, y para lo que todo cristiano debería estar preparado". El abogado que visitó a Valentina en el centro de detención dijo: "Cada vez que me reuní con Valentina, nunca la escuché expresar sentimientos negativos con respecto a sus perseguidores. Ella entiende lo que está sucediendo y por qué está sucediendo. Pero no renunciará a su fe solo para hacer la vida más fácil, aunque se le dio la oportunidad de hacerlo en el curso de la investigación".

Ni siquiera este veredicto vergonzoso e inhumano asustó a Valentina y a Roman. Permanecen leales a su fe. Sus amigos esperan que pronto se restablezca la justicia y que esta anciana madre y su hijo vuelvan a disfrutar de la libertad.