Foto: Invasión de creyentes en Polyarny (2018)
El 30 de julio de 2018, Dmitry Barmakin, de 44 años, que vino de Crimea al krai de Primorie para cuidar a la madre enferma de su esposa Elena, que vive en Nakhodka (territorio de Primorie), fue enviado al centro de detención preventiva durante 2 meses. Se sospecha que Dimitri practica la religión de los testigos de Jehová.
El caso contra Dmitry Barmakin se inició el 27 de julio de 2018. Está siendo investigado por el investigador G.Y. Tarasenko del Comité de Investigación de Rusia en el distrito Pervorechensky de Vladivostok.
El 28 de julio de 2018, aproximadamente a las 7 a.m., un grupo de hombres armados y enmascarados irrumpió en la casa de una mujer de 90 años que visitaba a los Barmakins. Los cónyuges fueron detenidos y llevados a Vladivostok. Yelena fue liberada, amenazando con que "será la próxima" y "será arrestada después de su esposo". Dmitriy fue acusado en virtud de la parte 1 del artículo 282.2 del Código Penal de la Federación de Rusia (organización de una organización extremista).
El 30 de julio de 2018, Olga Barabash, jueza del Tribunal de Distrito Pervorechensky de Vladivostok, envió a Dmitry Barmakin a la cárcel hasta el 27 de septiembre de 2018.
En total, se han incoado por lo menos tres causas penales en el Territorio de Primorie contra ciudadanos sospechosos de practicar la religión de los testigos de Jehová. El caso de Valentin Osadchuk está siendo investigado por el Departamento de Investigación del FSB de Rusia en Vladivostok. Otro caso, durante el cual se llevó a cabo una operación militar en la aldea de Razdolnoye (territorio de Primorie), está siendo investigado por el Departamento de Investigación del Distrito de Nadezhdinsky del Comité de Investigación de Rusia.
Los organismos encargados de hacer cumplir la ley en todo el país interpretan erróneamente las reuniones pacíficas de creyentes como "actividad extremista". Decenas de defensores de los derechos humanos, así como el Consejo de Derechos Humanos presidido por la Federación de Rusia , expresaron su preocupación por la creciente represión religiosa.