8 y 9 de diciembre de 2021
El caso está siendo considerado por el juez Sergei Galayuda. Le pregunta a Galina Kobeleva sobre sus puntos de vista religiosos. Le interesa saber si venera los iconos, si lleva una cruz, en qué se diferencia su religión de la ortodoxia y qué tipo de Biblia lee.
Galina Kobeleva expresa su actitud ante los cargos. La investigación acusa al creyente de "ayudar a E. A. Grinenko a organizar reuniones de la LRO de los testigos de Jehová en Lesozavodsk, actuando como coordinador". En particular, se le acusa de mantener el flujo de documentos contables de la LRO.
Galina responde que después de la liquidación de la LRO, no había necesidad de tal trabajo. También dice: "Desde 2017 no ha habido ninguna reunión de la LRO de los testigos de Jehová en Lesozavodsk. Se celebraban reuniones de adoración, reuniones de los testigos de Jehová. Nunca he asistido ni coordinado estas reuniones de adoración, porque según la Biblia, se supone que deben ser realizadas por hombres. Se trataba de reuniones de creyentes o servicios de culto, que se celebran en todas las denominaciones y tienen derecho a profesar cualquier religión junto con otras, un derecho consagrado en el artículo 28 de la Constitución de la Federación de Rusia.
El creyente llama la atención del tribunal sobre las acciones del agente infiltrado del FSB Mrachko, cuyo testimonio constituyó en gran medida la base de la acusación. Ella enfatiza que él mismo tomó la iniciativa y pidió estudiar la Biblia con él, y también dijo repetidamente que quería asistir a los servicios de adoración.
Kobeleva también se refiere a la decisión del Pleno del Tribunal Supremo de la Federación Rusa del 28/10/2021: "Dadas [sus] explicaciones, no puede considerarse un delito leer la Biblia y la literatura espiritual, hablar de la propia fe, convocar a otros creyentes para una confesión pacífica y conjunta de la religión de los testigos de Jehová, cuando se reúnen con otros para adorar".
Se está interrogando a los testigos de la acusación, entre ellos dos agentes del FSB y dos ancianos padres de uno de los acusados en el caso, Yevgeny Grinenko.
