Historia del caso
El pacífico jubilado Anatoly Tokarev, residente de Kirov, fue condenado por el tribunal a una multa de 500 mil rublos por su fe. El creyente presentó una queja ante los tribunales de apelación y casación, pero el veredicto permaneció sin cambios. El fiscal pidió enviar al creyente a una colonia durante 3,5 años, acusándolo de organizar y financiar una organización prohibida. Según él, esto se expresaba “en el canto conjunto de canciones bíblicas y el estudio de la literatura religiosa”, así como en la cobertura de los costos de servicios públicos de un edificio de culto vacío. La persecución de Anatoliy comenzó en mayo de 2019. Lo registraron, las fuerzas de seguridad detuvieron su apartamento y su jardín, y amenazaron con hacer daño a sus familiares. El creyente considera que esta presión es para negarse a incriminarse a sí mismo y no admitir su culpabilidad en el extremismo. El juez Skorobogatov hizo caso omiso de los documentos presentados por el acusado a organizaciones internacionales que defendían el derecho de Anatoly Tokarev a la libertad de religión. El interrogatorio de los testigos de cargo durante el juicio reveló que su testimonio había sido falsificado.
